Llegar a la meta debería ser un trayecto enriquecedor, lleno de experiencias; y no una situación de estrés o frustración. Visualizar el triunfo tiene algunas estrategias muy efectivas que te pueden ayudar a disfrutar más ese camino.

Para empezar, debes tener muy presente el valor del tiempo.  Ese intangible tan vital debe seleccionarse muy bien en segmentos de tareas, de esta manera, tendrás oportunidad de apartar espacios en la agenda para uso personal. ¿Cuál es la queja más común que escuchas de las personas? Pues, que no tienen tiempo para hacer ejercicio o practicar un pasatiempo. Esto pasa justo porque no asignan un espacio en su agenda como una tarea más.

Abarcar mucho y mirar un planificador atestado de metas puede ser realmente abrumador. Es importante tener siempre presente que hay que priorizar y en ese orden ir resolviendo. ¡No todo tiene que ser de inmediato!

Pude parecer banal, poco relevante, pero no lo es. El cuidar de uno mismo, alimentarse sanamente y con tiempo, debe ser una de las prioridades. Saber que tienes espacio para caminar o ir a un curso luego de un día estresante, dispone mejor la mente para enfrentar los retos. Además, es un propulsor para la creatividad.

Las personas exitosas aprenden con el tiempo a gestionar los comentarios. Algo así como una bandeja de entrada que selecciona aquellos que los harán crecer y mejorar. Los que no llevan ninguna intención positiva, van directo al spam mental sin pérdida alguna de energía en analizarlos mucho. Saben que la buena gestión de la retroalimentación se relaciona muy estrechamente con su motivación personal, por eso son selectivos.

Finalmente, se mentalizan de una manera más activa y con orden. Esto quiere decir que conjugan distinto sus acciones, cambiando el “voy a” por “estoy en”. El pensar en tiempo presente los impulsa a continuar sus pasos para llegar a un logro. Quizás por eso el proverbio de Buda es tan famoso y certero: “lo que piensas, serás”

Autor: Mariana Sáenz Mora