Actualmente es un concepto clave para el alcance de los objetivos de cualquier empresa que busca la mejora continua. Se requiere de buenas herramientas para medir y mejorar el desempeño con asertividad.

Este método de gestión del rendimiento busca potenciar el impulso de las metas mediante prácticas que realmente se ajusten a la cultura organizacional. Donde, como en todo este tipo de procesos, el seguimiento es vital. Solo que con un enfoque mucho más amplio y a la vez integral.

Para aplicar los cambios que son verdaderamente necesarios en los equipos de trabajo, es necesario antes de establecer acciones, definir minuciosamente las variables que son de interés para evaluarlas. Esto, porque el Performance Management trasciende los resultados concretos y toma en consideración los  talentos, las habilidades y las destrezas; involucradas en todo el proceso.

Uno de los factores que más adeptos le ha acreditado, es que esta nueva metodología propicia la gestión en pro de motivar a los integrantes de los equipos de trabajo. Modificando el alcance de metas de manera individualista, sino que al mejorar el entorno, el equipo desarrolla un vínculo como motor de logros.

Además, es una muy buena herramienta para recabar datos de retroalimentación que pueden, desde varias perspectivas, propiciar el deseo de la optimizar el manejo de recursos como un objetivo en todo un departamento.

Autor: Mariana Sáenz Mora