En las últimas semanas hemos cambiado radicalmente muchos hábitos relacionados con el trabajo, los estudios, los negocios, la vida social, los eventos deportivos, las diversiones y las prácticas religiosas. La casa se ha convertido en nuestro principal centro de operaciones para continuar con nuestras vidas en estos tiempos de confinamiento.

Es muy probable que estemos experimentando la necesidad de crear nuevas rutinas y establecer una disciplina integral que nos permita adaptarnos con optimismo, paciencia y determinación a los cambios en nuestras relaciones familiares, laborales y sociales en medio de una compleja situación atípica sanitaria con repercusiones económicas a todo nivel.

Las mujeres estamos +comprometidas con los diferentes roles que desempeñamos y sabemos que son variadas las responsabilidades que asumimos para mantener la sensación de paz, control, seguridad y bienestar que anhelamos en todo lo que hacemos. Por lo mismo, podemos ser presa fácil de la preocupación, la ansiedad, el agobio y el estrés en la medida en que no logremos “agarrar el paso” para organizarnos adecuadamente y responder de manera proactiva a las nuevas condiciones de vida y de trabajo.

La oportunidad de “trabajar desde casa” se ha convertido en el factor detonante para implementar una serie de cambios que, sin lugar a dudas, son oportunidades para despertar nuestro potencial como sociedad y visualizar soluciones que se consideraban impensables antes del 2020, pero que, a raíz de la presente situación global están demostrando una viabilidad importante, ser Mujeres +creativas, +apasionadas, +audaces. El no tener que llegar a la oficina puede ser una nueva opción para resolver la creciente dificultad del tránsito que atraviesan muchas familias.

Procurar la estabilidad emocional y la armonía para encajar con nuestro nuevo entorno implica lograr el equilibrio Trabajo-Vida que nos permita disfrutar las ventajas de permanecer en casa, al propiciar una mayor convivencia familiar, desarrollar una mayor conciencia sobre la productividad en el trabajo y mejorar el aprovechamiento del tiempo para dedicarlo a actividades que realmente agreguen valor a nuestras vidas, siendo mujeres +productivas y +equilibradas integralmente.

Algunas pautas que nos ayudan a construir este equilibrio Trabajo-Vida en casa son:

1. Separar e identificar los espacios destinados para la oficina y dejar ambientes exclusivamente familiares.
2. Crear un sistema de normas de trabajo y de vida familiar que todos puedan cumplir.
3. Respetar y aprovechar al máximo los horarios de trabajo para disfrutar la sensación de ser productiva tanto para el trabajo como para sí misma y la familia.
4. Planificar en una misma agenda las actividades de trabajo y las actividades personales para mantener enfocado el equilibrio.
5. Elaborar un plan diario de actividades para cuidar el manejo del tiempo y hacer una lista de todo lo realizado al finalizar el día.