Ligia Madrigal: “Crecí mucho como ser humano”

Ligia Madrigal: “Crecí mucho como ser humano”

 

Conferencia de prensa regreso del Everest, Ligia Madrigal
  • Montañista relata su gran experiencia en el Everest, la cual la cambió como persona
  • Ultramaratonista ya se prepara para participar en el TOR Des Glaciers en setiembre.

 

San José, mayo 2023. Más experimentada, consciente del valor de lo que realmente importa y con varios proyectos en su mochila, así regresó Ligia Madrigal tras una expedición por el Everest que culminó luego de 40 días y de su arribo al Campo 4, a 8.000 metros de altura, con lo cual se convirtió en la primera mujer costarricense en llegar a ese punto.

 

La montañista relató a BAC con lo que se encontró en el Everest, las experiencias aprendidas y los desafíos afrontados en una montaña para la cual ninguna película ni documental retratan la verdadera realidad que se vive en la cima más alta del mundo.

 

Ligia regresa al país con una serie de proyectos para los próximos meses, para los cuales contará con el apoyo de la entidad bancaria. Entre sus metas, está volver a intentar subir la cumbre más alta del mundo en el 2024.

 

Nos complace tener a Ligia Madrigal de vuelta en el país, sana, mucho más fuerte y con un cúmulo de aprendizajes tras vivir esta gran experiencia, la cual, sin duda, pone a prueba el esfuerzo físico y mental, incluso, del atleta más experimentado que desafía una montaña como el Everest. Estamos emocionados de poder apoyar a esta gran deportista en todos sus proyectos futuros”, dijo Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas de BAC.

 

“Ligia ha demostrado ser una mujer y atleta extraordinaria. Para BAC, es un orgullo que forme parte de nuestra familia de Embajadores, en los cuales destacan mujeres que se abren paso en disciplinas poco convencionales, así como deportistas masculinos que, con su empeño y disciplina, son un ejemplo a seguir”, añadió Moreno.

 

Ligia Madrigal en su expedición por el Everest

 

Lo vivido desde el Everest. Para Ligia, vivir una expedición de 40 días en el Everest, la cambió como persona, a la vez que representó un gran esfuerzo y sacrificio, pero especialmente una gran satisfacción y agradecimiento de poder estar allí.

 

Me siento bien; me siento diferente. Esto ha sido un gran aprendizaje. Estando allá arriba, agotada y con frío, solo podía pensar en lo afortunada que era al tener a mi familia, a mi esposo y a mi hija. Solo pensaba en ellos. Aunque esto ya lo sabía, estando allá se valora mucho más lo que es realmente importante, esa gente que te quiere, tu círculo cercano, y que no hay que permitir que otras personas te afecten. Crecí mucho como ser humano”, comentó la montañista.

 

En realidad, me siento muy tranquila y satisfecha, y el entrenamiento resultó bien, fue a consciencia. Aunque son pocos kilómetros, se duraba horas en subir, por lo que terminaba extenuada, pero al día siguiente ya estaba lista para continuar. Cuando llegas al Everest, te das cuenta de que son miles de detalles los que pueden influir en lograr o no la cumbre, muchos detalles uno los puede controlar y otros no”, agregó.

 

Madrigal reconoce que el miedo es un sentimiento con el que convivió día tras día. Cuenta que, aunque llegar al Campo Base se le hizo relativamente sencillo, una vez estando allí, las cosas son muy diferentes.

 

Nada te prepara para el Everest. Había visto muchos videos, películas, fotografías, pero estando allá, es otro mundo. Después de pasar el campo base es como abrir una puerta a otra dimensión”, cuenta Ligia.

 

Si bien, el subir hasta Campo 4, a 8.000 metros de altura, fue todo un reto, el descenso fue mucho más duro. Entre los desafíos más grandes al comenzar a bajar estuvieron el lidiar contra el cansancio acumulado y el tener que esperar a que muchos atletas descendieran para posteriormente poder hacerlo ella. Según relata, el no tener control del tiempo y el trabajo mental que requiere saber que no es posible rendirse, fueron de los aspectos más difíciles.

 

Proyectos retadores. Para Ligia, de las cosas más motivantes al estar tan alto fue saber que siempre contó con el apoyo de muchas personas y de BAC, con quienes se siente profundamente agradecida.

 

Sus planes no terminan con el Everest, para setiembre próximo participará en el TOR Des Glaciers, una carrera de 450 kilómetros alrededor de los Alpes italianos. Pero además mencionó que va a volver a entrenar porque quiere intentar llegar a la cima del monte más alto del mundo en el 2024.

 

En un inicio, luego de que pasó allá arriba, no estaba tan convencida. Pero luego de analizarlo, de haber tenido la experiencia y de saber cómo tratar de controlar aquello que en esta oportunidad no pude, me siento más convencida de volver a intentarlo”, adelantó Ligia.